José María Arroyo, un baterista de vocación, nacido en Algeciras, tanto física como musicalmente, abre su alma para FotoRock.
Actualmente cierra filas con sus baquetas en el grupo Vástago, pero ha llevado el ritmo de otros grandes grupos de la zona. Ahora, con la cabeza llena de proyectos, es más consciente de que el camino que le queda por delante es el fruto del camino que ya a recorrido y no se asusta cuando nos lo cuenta.
En sus ojos se ve la auténtica pasión por la música, ¿Quién dijo que los bateristas están en segundo plano?
¿Cuál fue tu primer contacto con la música?
Mi padre nos ponía música en la radio del coche, cuando viajábamos. Él era fan de Deep Purple, Leed Zepeling, Triana… le gustaba mucho el Rock, fue el primer contacto con una música distinta a la que escuchaban mis amigos.

¿Salió de ahí la chispa de querer ser músico?
No, la chispa surgió de una manera casi forzada. La música no era algo que me hubiese llamado, me gustaba escucharla, bailar, relajarme con cierto tipo de música, pero el tocar fue casi obligado.
Al entrar al instituto, mi madre decidió que teníamos que aprender música y nos apuntó a mi hermano y a mí a la Banda de Música Municipal de Algeciras. Casi siempre faltábamos a las clases de solfeo porque eran muy aburridas (cosa que no sabía mi madre), pero poco a poco nos fue enganchando.
Recuerdo que nos asignaron el fliscorno, que es como una especie de trompeta, pero con un sonido más dulce. A mí no me gustó nada, así que me hice amigo de los que llevaban la percusión. Allí estaban Julio Tejada y Carlos Expósito, ellos ya fueron los que me metieron en el mundo de la música y, sobre todo, de la batería.

¿Aprendiste de ellos?
Una parte sí, El manejo de la caja, la soltura con las baquetas, mucha muñeca. Pero era más autodidacta. Me ponía en mi casa a escuchar música con las baquetas y una “batería imaginaria” y ahí sí ya fue el momento de mi afición por la música.
¿Con qué grupo empezaste a tocar la batería?
Con Porcelana.
Estaba acompañado de Piñero, Borja y Félix. Yo conocía a Piñero porque éramos compañeros de Magisterio, me había visto tocar percusión y me preguntó si sabía tocar la batería, yo me tiré el moco y dije que perfectamente y así entré en el grupo. Después pasamos a ser Lady Sol e introdujimos un pequeño cambio en nuestro tipo de música.

¿Qué te han aportado los grupos donde has tocado?
La transmisión de confianza, el batería es el que marca el ritmo y, junto al bajo, le dan las bases al grupo.
Y Constancia, la mayoría de los grupos en los que he estado han sido muy constantes y serios, eso hace que mejores poco a poco y que cada día quieras ser mejor músico.

¿Cuál es tu relación musical con tu hermano?
A los dos nos encanta la música, como te he contado empezamos juntos “forzadamente”, fuimos descubriendo juntos lo bonita que es y lo que era subirse a un escenario. Conseguimos hacer una agrupación juntos, él desde hace mucho tiempo quería cantar.
Somos mellizos, la unión que tenemos es increíble, no nos hacía falta nada más para estar unidos, pero la música es esa puntillita más que nos une.
Empezamos los dos en La Casa de Batiato, anteriormente era La Movida, estábamos muy en la línea de lo que hacía Pereza pero entonces se fue el cantante y entró mi hermano, comenzando el proyecto de La Casa de Batiato.
¿Qué te queda de la Casa de Batiato ahora que estás en Vástago?
Me quedan cuatro hermanos o más de todos los que han pasado por el grupo, vivencias, risas, un aprendizaje tremendo, me quedan mosqueos, que de esos también se aprende y se hace un grupo, pero tener dos grupos nunca me ha gustado y no me parecía justo por los compañeros ya que le estaba dedicando más tiempo a uno que a otro.

¿Cuál es el momento más emocionante que has vivido con la música?
Un concierto de Maná en San Fernando. El batería hizo un solo de más de un cuarto de hora que hizo levantarse al público. Me trasmitió la energía que yo siempre intento transmitir.
¿Y como músico?
Hace unos años en el Senda, todos estaban comiendo y me propuse levantarlos y exploté como músico, tiré las baquetas al aire, me subí a la silla, salté, me paseé por el público.
Me di cuenta que de baterista se pueden hacer muchas cosas.
(Ese momento lo tengo yo fotografiado)

En tu día a día, ¿qué papel juega la música?
Me ha dado mucha paciencia, mucha energía y ganas de continuar. Es un hobby muy bonito que hace que tengas ilusión por hacer cosas distintas y querer vivir. Un grupo nuevo, nuevas, canciones o nuevos conciertos, los amigos con los que tocas, esas cosas te hacen seguir adelante.
Tú eres maestro, ¿cómo está presente la música a nivel laboral?
Bueno, aunque no soy de magisterio musical pero siempre me llevo la música a mi terreno, Todas las mañanas le pongo a mis alumnos canciones de otros géneros que no suelen escuchar, quiero que escuchen cosas nuevas y que empiecen el día de forma feliz y alegre, a parte la paciencia que te da tu instrumento puedes ponerla en práctica en tu trabajo.

¿Qué papel crees que tiene la música en la sociedad actual?
Te voy a decir primero el que me gustaría que tuviese. Que la música fuera una herramienta de cambio, que tuviese la posibilidad de cambiar cosas, de cambiar el mundo, por medio de las letras reivindicativas de algunos grupos que abrieran conciencias.
El que tiene la mayoría de las veces es el de mero entretenimiento, que también está bien pero creo que podría ir más allá.
¿Cuál es tu tema favorito?
Es complicado pero creo que me quedaría con “Maneras de Vivir” de Rosendo, un tema que siempre me ha gustado mucho, es uno de mis cantantes favoritos, aunque también te podría haber dicho “Standby” o “Si te vas” de Extremo.
¿Cuál es el mensaje que quieres transmitir a través de tu música?
Energía, diversión, que la gente se divierta con lo que hacemos. Me gustaría ser uno de esos músicos que transmite positividad, ganas, fuerza y sobre todo inspiración. Ha habido veces que cuando hemos terminado un concierto, han venido padres con niños que te dicen que quieren ser bateristas.

Vamos a la actualidad…Vástago, ¿Cómo llegaste a él?
Llegué a ellos por el San Rock del festival del año pasado. Los conocí por Fran de Malamadre. Me gustó la formación de tres personas para una banda de Rock, las formaciones pequeñas tienen que tener más compenetración, todo tiene que ir muy bien ensayado. Hablé con Jhon de lo que me había gustado y ahí se quedó la cosa, pero al tiempo me llama diciendo que les faltaba alguien en la batería. Al principio no lo veía, me faltaba confianza, estaban en su segundo disco y yo tendría que aprenderlo todo, unos quince temas… fue una paliza pero la haría con gusto veinte veces más porque he aprendido mucho.
Hay muy buen rollo en la banda desde el principio, hay mucha conexión brutal musical entre nosotros, cosa que hacemos, cosa que nos enriquece y después de todos los viajes (Ponferrada, Madrid, Valladolid…) nos ha unido mucho ya somos grandes amigos.
Y próximamente concierto.
Compartimos escenario en el San Rock Festival con Mago de Oz, Shalon, Kathew (la otra banda de mi compañero David de La Casa de Batiato) y Eleven360.
Hay nervios porque son grandes bandas, ya tienes una responsabilidad con la calidad, tienes que hacerlo tan bien como la banda top con la que tocas para que el público que no te conoce salga de allí con ganas de seguirte y escucharte, es un reto que gusta.
¿Cómo te preparas física y mentalmente para un concierto?
Físicamente sobre todo con la tralla de los ensayos, con Vastago y con La Casa de Batiato hacemos conciertos largos, debes de aguantar en un concierto alrededor de dos horas tocando.
Los ensayos son como un entrenamiento, como un deportista que necesita estar fisicamente preparado para poder aguantar ese tirón.
Mentalmente no suelo prepararme mucho, no suelo pensar en el concierto para no ponerme nervioso, el mismo día empiezo a pensar en el concierto, pienso en cada tema la dificultad que tiene.
¿Sueles improvisar?
Poco, las improvisaciones te pueden llevar a meter la pata, no soy amigo de ellas. A lo mejor algo que ha salido en los ensayos y lo vuelves a repetir, pero nada más.

¿Cómo ves el futuro?
A parte de Vástago, que estamos preparando nuestra segunda parte del disco “El Camino del Rock& Roll” que se va a llamar Aries, me gustaría hacer temas propios con mi hermano, David y Juanjo.
Se me ha quedado esa espinita y eso que ya había algunos preparados que llegamos a tocar en el Senda, pero nunca llegamos a rematarlo, es una deuda pendiente rescatar esas canciones. Ahí hay un potencial bastante bueno, nos conocemos muy bien hemos tocado muchos años juntos y creo que desaprovecharlo está feo.
Me gustaría que esos temas saliesen aunque yo no estuviera.
Todos los grupos han tenido siempre distintos miembros, pero eso es la evolución del grupo, nadie es imprescindible y todo debe de seguir adelante.
