Cuando hablamos de Celtas Cortos, hablamos de historia viva del Rock español, de himnos que han trascendido generaciones y de un directo que sigue siendo pura energía. En su regreso a San Roque, dentro del Al Fresquito Festival, demostraron que los años pueden pasar, pero su esencia sigue intacta.
Desde el arranque con clásicos como «Tranquilo Majete», «Cuéntame un cuento» y, por supuesto, el coreadísimo «20 de abril», la conexión con el público fue absoluta. Pero no solo tiraron de nostalgia, también hubo espacio para la novedad con temas como «Mañana sale el sol», dejando claro que siguen mirando al futuro sin perder su identidad.
La noche tuvo momentos especiales, como la participación de Pablinho de la Bahía, que por segunda vez se unió a la banda en los teclados durante todo el concierto, o el mágico toque de Anama Castillero, cuyo violín elevó a otro nivel la emoción de «La Senda del Tiempo», ese himno imborrable que sigue poniendo los pelos de punta.
Un concierto que fue más que música: fue un reencuentro con la historia, con la esencia de un grupo que sigue marcando el camino. San Roque vibró con Celtas Cortos y, por una noche, el tiempo pareció detenerse.
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